Hola a tod@s: Recibid un saludo cordial y cariñoso a cuantos a través de este blog de la Parroquia "Santiago el Mayor" de Arroyomolinos de León, accedeis a esta página. La Parroquia quiere avanzar y crecer en ser comunidad cristiana que anuncia, forma, celebra y testimonia la fe. Siéntete invitado y llamado a asumir y compartir la misión evangelizadora de la que somos corresponsables. En nombre del Consejo Parroquial, de nuevo, un cordial saludo.
sábado, 7 de mayo de 2011
III DOMINGO DE PASCUA. Ciclo A.
LA MESA DE LA PALABRA Y DEL PAN
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Hechos de los Apóstoles 2,14.22-33: Pedro, sin miedo alguno, proclama públicamente la vida, milagros y prodigios que hizo Jesús, pero sobre todo cuenta su muerte y resurrección. Pedro y los demás apóstoles son testigos y dan testimonio de la verdad.
- 2ª Lectura: I Pedro 1,17-21: Pagamos un elevado precio por aquello que valoramos y amamos. Cristo no ha pagado con oro nuestra libertad sino con su propia sangre. Y nos ha dado en cambio la salvación. La certeza de la resurrección de Cristo llena de gozo a los creyentes y fortalece su fe y esperanza.
- Evangelio: Lucas 24,13-35: El Resucitado se hace encontradizo con los discípulos que huyen por miedo de Jerusalén. Conversa con ellos y les explica e interpreta las Escrituras. Lo reconocieron al partir el pan. Los discípulos vuelven a Jerusalén para anunciar a sus hermanos de comunidad la noticia de su experiencia. Hoy, también Cristo es nuestro compañero de camino, nos explica las Escrituras y permanece con nosotros al partir y compartir el pan.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Dos discípulos caminan hacia Emaús. Su crisis de fe se refleja en su rostro y no reconocen al Maestro hasta que él parte el pan. Sus ojos están cerrados a pesar de que por el camino ardía su corazón mientras les explicaba las Escrituras. La Palabra y el Pan eucarístico son los compañeros de camino para los cristianos.
En nuestra vida hay días de eclipse y no reconocemos al Señor ni siquiera cuando se hace presente como compañero de camino. Reconocemos a Jesús en la celebración de la Palabra cuando se proclaman las lecturas bíblicas. El que es Palabra nos habla y conversa con nosotros. Nuestro corazón va ardiendo a medida que le escuchamos. Luego lo reconocemos al partir el pan eucarístico. Es el alimento para el camino hasta que él vuelva al final de los tiempos. Se ha quedado con nosotros, nos acompaña y nosotros le acompañamos, y los dos recorremos el camino.
Nunca un cristiano está solo. Reconocemos también a Jesús en la caridad fraterna, signo propio de sus discípulos. Los dos discípulos tuvieron el gesto de invitar al peregrino desconocido a cenar con ellos. La caridad fraterna es la mejor clave para reconocer la presencia del Señor en nuestras vidas. Volvieron a Jerusalén a contar su experiencia a los demás y darles la grata noticia. Al salir de la celebración eucarística tenemos como misión contar nuestra experiencia eucarística a los demás y dar testimonio de lo que hemos celebrado. Descubrimos a Cristo en cada página de la historia, en la Eucaristía y en el rostro de los hermanos. Amén.
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