domingo, 3 de noviembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.
DIOS, AMIGO DE LA VIDA

Ideas principales de la lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Sabiduría 11,22-12,2: En la lectura, el autor del libro de la Sabiduría reflexiona sobre unos hechos pasados de su pueblo y descubre en ellos la mano divina. Dios ama a todas las cosas porque él mismo las ha creado por amor. Dios ama la vida; ama su obra creadora porque en ella reside su propio espíritu. Si Dios retira su amor, su espíritu, todo lo creado sucumbirá.
- 2ª Lectura: II Tesalonicenses 1,11-2,2: En los dos últimos domingos del año litúrgico se lee la segunda carta dirigida a los cristianos de Tesalónica. Tiene como tema central la venida del Señor y el encuentro definitivo con él. Pablo insiste en la fe y advierte a los cristianos de que deben esperar el retorno inmediato de Cristo. Les dice que el Señor vendrá y lo que importa no es saber el día y la hora, sino llevar una vida agradable a Dios.
- Evangelio: Lucas 19,1-10: Jesús rompe con muchas costumbres religiosas y sociales de su tiempo. En este caso, entra en casa de Zaqueo. Fue un gesto provocativo que suscitó la crítica. El que experimenta el amor del Señor, como Zaqueo, rehace su vida y se convierte.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: El Evangelio de hoy nos muestra el ejemplo de un hombre que se reconoce injusto y pecador, pero que tiene el coraje de acercarse a Jesús (haciendo el ridículo ante los de su pueblo) para corregir sus errores.
En medio de nuestros problemas (personales, ambientales, sociales, familiares) debemos facilitar el encuentro con Jesús. Es su presencia la que ofrecerá luz a nuestras preocupaciones y perdón a nuestros pecados.
Porque Jesús se hospeda y se queda en los corazones y en las familias en las que hay amor, fraternidad, paz; aunque haya también problemas, como los que tenía Zaqueo.
Zaqueo no era feliz a pesar de ser rico y tener influencias y poder. Solamente cuando se encontró con el Señor saboreó la felicidad y la paz que el dinero no le proporcionaba.
Y es que el Señor llena de sosiego y paz a quien abre las puertas de su vida y a quien le acoge en su casa de verdad, como lo hizo Zaqueo. Por Jesús ha venido a salvar lo que estaba perdido y dar paz a quienes carecen de ella.
¿Qué mueve a Jesús actuar así? La respuesta es clara: el AMOR de DIOS. Jesús vino en mostrarnos el rostro entrañable de su Padre y nuestro Padre Dios. Dios ama a todos los seres creados por él.
A pesar de la situación desastrosa de Zaqueo moralmente hablando, Dios se sirvió de sus bajezas para mostrar su poder que se manifiesta en el perdón. Cristo hizo crecer a Zaqueo, le rescató, le redimió, le devolvió para que devolviera. El que busca en la debilidad encuentra respuestas a los interrogantes. Jesús entró en casa de Zaqueo y el Evangelio llegó a su corazón, y cambió de vida. Su vida se hizo más desprendida y más generosa. Restituyó y ayudó a los necesitados.
Jesús visita hoy a los que se consideran pequeños de estatura para hacerlos crecer en generosidad. AMEN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario