viernes, 25 de febrero de 2011

Para reflexionar


OPERACIÓN TRIUNFO

OT es un programa de televisión, de lo mejor que se ha creado, para mi humilde opinión, surgido hace ya varios años y que, bajo el formato de Gran Hermano, daba una razón a eso de encerrar a unas personas en una casa y mantener 24 horas de cámaras sobre ellos.

Se alejó enseguida de las escenas morbosas, porque lo importante era escoger un representante para el Festival de Eurovisión. Cada semana era expulsado un concursante, y básicamente lo que tenían que hacer es mejorar como cantantes ayudados por los profesores en lo que llamaban la Academia. En contraste con Gran Hermano, no iban a pasar el rato a hacer de ratas de laboratorio mientras los demás miraban, sino que se trataba de un “internado” donde lo importante era la música. Y tan es así que todos los que participaron en el programa acabaron editando un disco en solitario y muchos de ellos continúan en el mundo de la canción o el espectáculo.

Pero ante ese arranque de genio, hubo quienes, acomodados, vieron peligrar su gallina de los huevos de oro. Aquellos que vivían a costa de la música, bajo subvenciones arrimados al poder, vieron en esa “revolución” juvenil como perdían clientela y el mercado les abandonaba. La juventud dispuesta a trabajar bajo la batuta de la ilusión, contra la burguesía dispuesta a vivir de no hacer nada, vivir de una marca, de un pasado. En la segunda edición hubo, muchas normas restrictivas y así se pasó al anonimato de casi todos los que fueron apareciendo en las distintas ediciones, salvo casos contados.

Ambos concursos, OT y GH fueron creciendo en ediciones. Y mientras el esfuerzo por forjarse una carrera (OT) era cada vez menos seguido; la facilidad de una portada de revista (para adultos), o un sillón en un programa “basura” que ofrecía GH subía la audiencia como la espuma. Muchos aburguesados se cegaban con lo que pasaba en la pequeña Sodoma de TV.

Al final el pulso estaba servido… en la misma cadena y al mismo tiempo… OT contra GH. El combate ha durado poco. Por ahora, ha ganado la batalla Gran Hermano y este domingo OT se despedía precipitadamente. España… ¿Qué te pasa? ¿El stress diario te ha cegado el futuro? ¿Has vendido tu primogenitura por un plato de lentejas?

¡A vosotros!, ¡jóvenes luchadores, con ganas de triunfo, capaces de sufrir por lograr vuestro sueño!, ¡tenéis una salida! ¡Hay un lugar donde os necesitan, donde os formaran en el sacrificio, donde no seréis expulsados si os equivocáis y donde el confesionario está atendido por el único capaz de perdonar y limpiar vuestro interior! ¡La Iglesia! ¡La Iglesia no es lo que esos aburguesados os muestran!, ¡ya sabéis que os tienen miedo!, ¡también se lo tienen a la Iglesia! ¡Aquí encontraréis mucha gente que lucha por un mundo mejor, que desde su posición en la sociedad está dispuesta a servir y a ayudar al otro! ¡Donde el triunfo es el triunfo del otro, donde la alegría está en darse a los demás, donde esa fuerza que tenéis es lo primordial para caminar, donde os busca Aquel que os ha creado y os busca sólo para daros su amor! “Venid todos aquellos que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré” (Mt 11,28). “Oíd, sedientos todos, acudid a por agua, venid también los que no tenéis dinero: comprad trigo y comed, venid y comprad, sin dinero y de balde, vino y leche” (Is 55, 1). ¡Cristo triunfó, con Él también nosotros venceremos!
(Escrito de David Llena, publicado en www.betania.es)

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