sábado, 24 de marzo de 2012

CATEQUESIS DOMINICAL

V DOMINGO DE CUARESMA
LA MUERTE, PRINCIPIO DE VIDA

Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Jeremías 31, 31-34: El profeta Jeremías anuncia una nueva alianza de Dios con su pueblo. La alianza no se escribe en piedra sino en el corazón de cada hombre.
- 2ª Lectura: Hebreos 5, 7-9: La carta a los Hebreos presenta el misterio del sacerdocio de Cristo. Ejerce su sacerdocio orando, sufriendo y obedeciendo hasta la muerte para convertirse en el autor de la salvación.
- Evangelio: Juan 12, 20-33: Siempre resulta difícil comprender el dolor y el sufrimiento. Jesús no sólo participa en nuestro dolor sino que se lo apropia, asumiendo la muerte en su vida. El grano de trigo debe morir para que germine y dé fruto. La historia de Jesús es la historia del grano de trigo.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Durante cuarenta días, la Iglesia nos ha ido introduciendo en el misterio de la Cruz y de la Resurrección de Jesús. Este último domingo vamos a dar un paso más: meternos en el mismo corazón de Jesús y vivir con él la proximidad de su dolor y su muerte. Cabe preguntar: ¿Qué sentiría Jesús viéndose venir la muerte? ¿Cómo reaccionó ante el dolor? Es de suponer que Él sabía que el dolor y la cruz lo estaban esperando. “Ha llegado mi hora”. Él se compara con un grano de trigo que da fruto, pero antes tiene que pudrirse en la tierra, tiene que morir.
Junto a esta experiencia de dolor y muerte de Jesús está también la nuestra, tal real como la de Jesús. Existe el dolor en nuestro mundo. Encontramos el dolor en las clínicas, hospitales, chabolas de las curanderías, en las familias, y en las personas. La misma sociedad está malherida por las injusticias y guerras, por el paro, la crisis económica y el hambre. Se respira dolor y nos lo causamos unos a otros. La vida cotidiana conlleva sufrimientos y nos cuesta aceptarlos y nos cuesta comprender su valor cristiano. Rechazamos el dolor y la misma muerte porque deseamos la alegría y la vida. Cuando visitamos a un enfermo, nos preguntamos: ¿Por qué Dios permite tanto dolor y sufrimiento? Otras veces, culpamos a Dios del dolor que nos invade, sin tener en cuenta que somos cómplices del mal y del dolor que hay en el mundo. Le culpamos de nuestra propia culpa.
Es cierto que no es fácil comprender y aceptar el sufrimiento y la misma muerte. Pero si el dolor se acepta con fe (como Jesús) podemos llegar a comprender que es principio de renovación y purificación, de vida y crecimiento, como el grano de trigo que muere y germina en flor y en fruto de salvación para toda la humanidad. Hoy Jesús nos invita a saber morir como Él ¿Qué es saber morir? Saber morir es destruir las raíces de pecado que hay en el corazón; saber morir es enterrar el egoísmo y dejar marchitar el orgullo; saber morir es ser constructor de paz y desterrar la guerra y la violencia; saber morir es tener capacidad de servir generosamente a los demás; saber morir es amar a Dios con todo el corazón y con todos las fuerzas y a los hermanos; saber morir consiste en sonreír a la adversidad y arrancar el pesimismo del corazón humano; saber morir es vivir en gracia y destruir el pecado; saber morir es dar la vida como Cristo en la cruz para salvar y redimir.

domingo, 18 de marzo de 2012

DIA DEL SEMINARIO 2012

Pasión por el Evangelio

El dia 19 de marzo, festividad de San José, las diócesis españolas celebran el Día del Seminario. Este año se ha elegido como lema “Pasión por el Evangelio”. Y como imagen, en el cartel, los jóvenes en Cuatro Vientos levantando la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, momentos antes de que Benedicto XVI clausurara la JMJ de Madrid 2011.

Un día antes, el Papa se encontraba con los seminaristas españoles en la Catedral de La Almundena. En la homilia, el Santo Padre reconocía emocionado que al verlos, “compruebo de nuevo cómo Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión de la Iglesia y la oferta del Evangelio al mundo”.

El “Día del Seminario” se celebra desde el año 1935. Desde entonces, cada año la Jornada llega con un nuevo lema pero con el mismo objetivo, suscitar vocaciones sacerdotales mediante la sensibilización, dirigida a toda la sociedad, y en particular a las comunidades cristianas.

sábado, 17 de marzo de 2012

CATEQUESIS DOMINICAL

IV DOMINGO DE CUARESMA
DIOS LIBERA A SU PUEBLO

Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Crónicas 36, 14-16. 19-23: El destierro de Israel es considerado no como un signo de condenación, sino una invitación a la conversión y a la purificación de sus pecados. Ciro, rey de Persia, fue instrumento de Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud y para que edificara la casa, el templo, en Jerusalén.
- 2ª Lectura: Efesios 2, 4-10: Todo es gracia; todo es don. La historia de Israel, como la nuestra, se describe entre la muerte y la vida, las tinieblas y la luz. Nosotros hemos muerto a nuestros pecados y hemos revivido por el gran amor del Señor. Nuestra condición de salvados es obra de Dios.
- Evangelio: Juan 3 14-21: Moisés levantó en el desierto un estandarte con la figura de la serpiente para que quien lo mirase se curara de la picadura de la serpiente. El Hijo del hombre ha sido elevado en el estandarte de la cruz para curar la picadura del pecado. Dios ha amado al hombre hasta enviar a su hijo al mundo para que clavado en la cruz salvara a todos.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Antiguamente, la serpiente era un símbolo que representaba a los dioses curanderos (de ahí viene la imagen de la serpiente que indica la presencia de una farmacia). En la Biblia se habla de la serpiente de bronce que curaba a los hebreos mordidos por serpientes en el desierto (Nm 21, 8; Sb 16, 5.7) Se trata de un símbolo de salud y de vida. Como lo es Jesús para cuantos lo miran con fe. El nuevo símbolo de la vida no es un rito mágico, sino Jesús, víctima de su generosidad extrema.
Dios no se hizo presente en este mundo, en la persona y vida de Jesús, porque se sintiera ofendido, indignado, irritado. Dios se hizo presente en el mundo, en el hombre Jesús de Nazaret, porque quiere tanto al mundo, que no soportaba más estar lejos, distante, desconocido. Dios se humanizó en Jesús.
Humanizándonos, encontramos la luz y amamos la luz. Endiosándonos, encontramos las tinieblas y toda nuestra vida proyecta oscuridad. No hay cosa más turbia y oscura que una persona que sólo aspira a subir, trepar, instalarse. Como no hay luz más poderosa que la luz del que es tan humano que no tiene nada que ocultar, de forma que sus obras, su vida, contagia bondad y humanidad. Así fue la vida de Jesús. ¡Imitémosle!

domingo, 11 de marzo de 2012

CATEQUESIS DOMINICAL

III DOMINGO DE CUARESMA
LA LEY DE DIOS NOS HACE LIBRES
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Éxodo 20, 1-17: Israel considera la ley como un instrumento que garantiza la estructuración social, defiende a los indefensos y favorece la vida común de la comunidad. Por eso la ley es un regalo de la alianza y un acontecimiento salvífico.
- 2ª Lectura: 1ª Corintios 1, 22-25: Mientras los fariseos ponen su seguridad en la observancia de la ley y los griegos en la sabiduría, Pablo afirma que la salvación está en Cristo crucificado. La cruz de Cristo se revela como la esencia del mensaje cristiano. En el bautismo se hace el signo de la cruz en la frente del candidato, signo que significa que a partir de aquel momento el candidato pertenece a Cristo.
- Evangelio: Juan 2, 13-25: Hoy el evangelio nos presenta a Jesús alterado, indignado y apasionado por la casa de Dios. No se deja llevar por la ira sino por un gesto profético. El templo de Jerusalén tenía demasiada carga histórica, simbólica y religiosa, cuando Jesús anuncia y proclama la nueva economía de la salvación. Las palabras de Jesús fueron comprendidas posteriormente. Jesús resucitado será el templo en el que se celebrará en nuevo culto en espíritu y en verdad.

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS EN CRISTO: A medida que se acerca la Pascua, la Palabra de Dios va creciendo en fuerza. El tema de este Domingo III de Cuaresma es fundamental para entender nuestra fe. Vamos a comentar todas las lecturas ya que giran en torno a esa idea central.
EL DIOS DE LA LIBERTAD: El pueblo de Israel tenía una vieja promesa hecha por Dios a Abrahán: “Haré de ti un gran pueblo, bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan… Te daré una tierra que mana leche y miel”.
Todos los pueblos vivían bajo las promesas de sus dioses, normalmente transmitidas a través de sus sacerdotes y profetas. Pero el Dios de Israel no está dispuesto a que su pueblo lo confunda con los demás dioses. Y desde Abrahán comienza una historia de salvación con ellos. Prepara las cosas de tal manera que el pueblo acaba cuatrocientos años en Egipto, viviendo una purificación tal que los obliga a unirse entre ellos y a tomar una conciencia colectiva de pueblo. Cuando no puede con más sufrimiento, clama al Señor. Y Dios se hace presente en la persona de Moisés: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído el clamor que le arranca su opresión y conozco sus angustias. Voy a bajar a liberarlo de la mano de los egipcios”. Ya conocemos la historia. Moisés se presenta ante el faraón y Dios libera a su pueblo de la esclavitud.
Dios y su pueblo, solos en el desierto. Si en Egipto Israel se hizo pueblo, ahora en el desierto va a hacerse “pueblo de Dios”. El desierto va dar a Israel un sentido religioso. El pueblo pasa muchísimos apuros: el faraón le persigue, le falta agua, no tiene comida… Cuando el pueblo no puede más invoca a Dios. Y Dios actúa liberándolo del faraón. Moisés con su bastón golpea la piedra de Horeb y brota agua. Y las codornices y el maná… y los gigantes -los cananeos, los hititas, los amorreos, los jebuseos, todos- van cayendo uno tras otro ante sus ojos admirados. El pueblo vive una experiencia del poder y el amor de Dios. Conoce todo lo que hizo por él y lo que está haciendo en el desierto.
Ahora quiere hacer de ellos, además de un pueblo religioso, un pueblo de hombres libres, con dignidad que corresponde a los hijos de Dios: “Yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo”. Y para ayudarle le va a dar diez caminos de libertad. Son los diez mandamientos de la primera lectura. Diez luces que le alumbren en su caminar. Dios no se presenta como el sabio, el poderoso, el “metafísico”, como se le presentó a Moisés (“Yo soy el que soy”), sino como el Dios experimentado por Israel: “Yo soy el que ha estado contigo siempre. Y como te quiero y te conozco, te voy a facilitar el camino de la libertad”. “No vas a tener otros dioses fuera de mí, ni yo voy a tener otro pueblo fuera de ti”. Establece así unas relaciones de alianza de amor. Y un Dios así no quiere corazones compartidos. Esto es muy importante. A veces queremos poner una vela a Dios y otra al diablo. Y nada nos sale bien.
EL DIOS QUE PREDICA PABLO. San Pablo predica a Jesucristo, escándalo para los judíos (que lo rechazaron) y necedad para los griegos (porque querían un dios filosófico)… pero fuerza, presencia de Dios y sabiduría de Dios, para nosotros los llamados que hemos respondido a la llamada. Pablo se encontró con Jesucristo en la experiencia de la caída del caballo: “Soy Jesús, a quien tú persigues”. Y vivió para Jesucristo.
LOS NEGOCIOS EN EL TEMPLO. “No convirtáis la casa de mi padre en un mercado”. Jesús desaloja a la gente del templo. No habían ido a encontrarse con Dios, sino a hacer sus propios negocios. Pasaba como hoy y como siempre. ¿A qué vamos al templo, a la iglesia? Aquella gente habían tergiversado el sentido de templo. Para ellos no era casa de oración, sino LUGAR DE TRAPICHEO. ¿Andamos de trapicheos con Dios? O ¿realmente sentimos necesidad de Dios, de habitar en la casa del Señor todos los días de nuestra vida porque, como dice el salmo, “un día en tus atrios, es mejor que mil años fuera de ellos?”
Hoy sigue el templo de Dios repleto de COMERCIANTES con sus respectivos asiduos CLIENTES, que van a comprar medallas, estampitas, promesas, velas, agua bendita, bendiciones, aprobación divina, consideración social… Esto, a todas luces, es una profanación del Templo de Dios. DIOS ES GRATIS (Dad gratis lo que habéis recibido gratis) Y se da gratis a todo el que quiere. Al templo se sube a dar gracias a Dios, si es que sabemos la historia de la salvación que está haciendo con nosotros y a celebrar en una liturgia nuestra fe. Amén.

sábado, 3 de marzo de 2012

CATEQUESIS DOMINICAL

II DOMINGO DE CUARESMA
LA CUARESMA TIEMPO DE ESCUCHA Y DE TRANSFORMACIÓN

Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18: La historia de Abrahán se pone en marcha a partir de la promesa de una tierra, de un pueblo y de un hijo. Dios prueba ahora a su siervo pidiéndole que sacrifique a su hijo. Abrahán cree y obedece, y se pone en camino hacia el monte. ¿Qué pasa en su corazón? Espera que Dios cumpla su promesa.
- 2ª Lectura: Romanos 8, 31b-34: La muerte solidaria del Hijo de Dios constituye el fundamento de los bienes salvíficos. Pablo dice que Dios está con los creyentes, y formula una serie de interrogantes sobre la obra de Cristo.
- Evangelio: Marcos 9, 2-10: Los tres discípulos contemplan ente la incredulidad se sus ojos una inédita dimensión oculta de Jesús. Él brilla y resplandece con todo resplandor. Ante el misterio incomprensible deben guardar silencio y reciben el mandato imperativo de “escuchadle”.

1. Queridos hermanos y hermanas en Cristo: En la Catequesis de este domingo, vamos a presenciar a Jesús transfigurándose ante tres discípulos suyos. En primer lugar, vamos a presentar la transfiguración como el anticipo de algo que a muchos no nos acaba de entrar en la cabeza: la vida de Jesús no es un recuerdo de la historia pasada, sino que sigue presente en la historia nuestra, en la historia de todos los tiempos. Porque Jesús es el Viviente, que trasciende el espacio y el tiempo, por eso ahora y siempre podemos seguir “escuchando” su palabra. Y por eso no nos debe sorprender que nos resulte tan complicado entender lo que quiere decir.
2. Hoy, Nuestro Padre del cielo nos invita a escuchar a su Hijo. No es sólo un deber, sino también una gracia, un don; es un privilegio que Dios concede a los bautizados. No todos lo escuchan. La palabra “escuchadlo” va dirigida no solamente a los tres discípulos que estaban en el Tabor, sino a todos los discípulos de Cristo. Nos preguntamos: ¿dónde habla hoy Jesús para poderlo escuchar? Nos habla en la Escritura (Biblia) y por la Iglesia a través de su tradición y de su magisterio (Escritos y mensajes puntuales de los Papas, Obispos, Sacerdotes…)
3. Cada día oímos muchas voces que gritan su mercancía en el mercado de los medios de comunicación (Radio, TV, Revistas, Periódicos, Internet…); cada uno procura gritar más que el otro para que sea escuchado. ¿Nos hemos acostumbrado al griterío? Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. “Escuchadlo”. Es el único que anuncia su Evangelio sin fuerza y sin mentira, sino suavemente. Su Palabra permanece siempre y es verdadera. La palabra de Dios es suave; es un susurro que se deja oír cuando hay silencio en el corazón. La Cuaresma nos invita a subir cada día al Tabor para escuchar al que es la Palabra y contemplar desde allí al otro monte, al Calvario, en donde Jesús tiene sus brazos abiertos y extendidos para abrazar a todos los que se acercan a él y quieran en silencio escucharlo. Amén.