domingo, 26 de diciembre de 2010

NATIVIDAD DEL SEÑOR


NAVIDAD ANUNCIADA CON ALEGRÍA

Ideas principales de las lecturas de este domingo.
- 1ª Lectura: Isaías 52,7-10: El profeta comunica el consuelo de la gran noticia al pueblo que ha sufrido el destierro y la destrucción. El mensaje llega por los montes, alcanza Jerusalén y es conocido por todas las naciones. La ciudad desolada se transforma en morada de Dios con su pueblo.
- 2ª Lectura: Hebreos 1,1-6. El niño recién nacido en Belén no habla y, sin embargo, es la Palabra que nos habla. Comienza un tiempo nuevo. Jesús, en brazos de María, es el que sostiene el universo y es el que habla desde su silencio.
- Evangelio: Juan, 1,1-18. Dios nos habla por su Hijo y nos revela su misterio eterno. Cristo, la Palabra viva, nos habla hoy y nos comunica su vida divina. Él es la Luz que nos ilumina y vence la oscuridad de la tiniebla

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Hoy, en todo el mundo se celebra la Navidad, creyentes y no creyentes en Cristo. Hay diversos motivos que justifican esa celebración. Es la época de las vacaciones, y los miembros de las familias se reencuentran, y los amigos refuerzan su amistad juntándose para pasarlo en grande.
Todas las calles están iluminadas; hasta en las aldeas más recónditas de la geografía planetaria se otea una antorcha encendida evocando la alegría. En fin, reina un ambiente festivo. Abundan regalos, felicitaciones y grandes banquetes. Todo es bueno a los ojos Dios.
Hoy invitamos a los creyentes a no celebrar la Navidad ignorando a su protagonista principal. ¿Qué sentido tiene la Navidad sin referencia alguna a Jesucristo? Navidad es el misterio que envuelve misteriosamente a la humanidad y a unos pastores. Ellos se acercaron a la cueva con espíritu de adoración y humildad. Para que la alegría navideña no sea engañosa ni superficial es preciso que nos acerquemos silenciosamente al misterio con corazón humilde y creyente y nos postremos adorando al que es el Señor del universo y de la historia.
Hoy resuena con fuerza las palabras de los ángeles: “Paz a los hombres que ama el Señor”. La palabra “paz” resume el contenido de esta fiesta. El Señor ha nacido para traer la paz a cada corazón alegre y triste. Hace falta abrirnos a Él para sentirla en nuestra vida.
Quisiera terminar esta reflexión invitándoos a observar este decálogo para Navidad:

o Si tienes tristeza, ¡alégrate! La Navidad es gozo.
o Si tienes enemigos, ¡reconcíliate! La Navidad es paz.
o Si tienes amigos, ¡búscalos! La Navidad es encuentro.
o Si tienes pobres a tu lado, ¡ayúdalos! La Navidad es don.
o Si tienes soberbia, ¡sepúltala! La Navidad es humildad.
o Si tienes deudas, ¡págalas! La Navidad es justicia.
o Si tienes pecados, ¡conviértete! La Navidad es gracia.
o Si tienes tinieblas, ¡enciende tu lámpara! La Navidad es luz.
o Si tienes errores, ¡reflexiona! La Navidad es verdad.
o Si tienes odio, ¡olvídalo! La Navidad amor.

FELIZ NAVIDAD A TODOS.

Jesús Rafael Edu Echama Ayama (Párroco)

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