Hola a tod@s: Recibid un saludo cordial y cariñoso a cuantos a través de este blog de la Parroquia "Santiago el Mayor" de Arroyomolinos de León, accedeis a esta página. La Parroquia quiere avanzar y crecer en ser comunidad cristiana que anuncia, forma, celebra y testimonia la fe. Siéntete invitado y llamado a asumir y compartir la misión evangelizadora de la que somos corresponsables. En nombre del Consejo Parroquial, de nuevo, un cordial saludo.
domingo, 2 de enero de 2011
II DOMINGO DESPUÉS DE NAVIDAD. Ciclo A
CRISTO, SABIDURÍA DE DIOS
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Eclesiástico o Sirácida 24, 1-16: La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido.
- 2ª Lectura: Efesios 1, 3-6. 15-18: Nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
- Evangelio: Juan 1, 1-18: La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros.
1. Queridos hermanas y hermanos en Cristo: La catequesis de este segundo Domingo después de la Navidad se centra en esta frase del evangelio que resume la reflexión de hoy: “La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros”. Hay un paralelismo enorme entre la primera lectura de hoy y evangelio de este Domingo: “La sabiduría echó raíces en medio de su pueblo” (1ª lectura) “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Evangelio) La palabra en su correcto uso es sabiduría: lo que somos, lo que sabemos o pensamos lo expresamos en la palabra. La palabra es comunicación, nos sirve para comunicarnos con el otro. Dios se hizo palabra para comunicarse con el hombre. Y esa palabra es Jesús. Jesucristo es la Palabra del Padre, la sabiduría de Dios, la expresión de Dios: Dios mismo hecho palabra, expresión, comunicación. Por eso quien cree en Dios tiene que cuidar su “palabra”. No debe quitarle su valor intrínseco que es la comunicación de la verdad; no hay que manipularla sólo para quedar bien en cada momento o situación.
2. JESÚS es la Palabra que explica (religiosamente, no científicamente) por qué existe todo lo que vive: “en la palabra había vida”. Así sabemos que hay una relación directa entre la Palabra y la vida. El relato de la creación, al comienzo del Génesis, va repitiendo: “Y dijo Dios…” La Palabra de Dios es fuente de vida. Como Jesús, que pasó dando vida a enfermos, lisiados, difuntos… Es tarea primera de quien pretenda seguir a Jesús: dar “vida”. Por eso es difícil comprender que un cristiano utilice su palabra (a veces en nombre de Dios) para “maldecir” a otras personas; resulta muy escandaloso escuchar a un cristiano, sea hablando o escribiendo, profiriendo palabras que entristecen y matan los ánimos y la felicidad de los otros. Jesús no usó su palabra para matar, sino para dar vida y devolver la felicidad que ansiaba la gente.
3. JESÚS es LUZ. La oscuridad total es la muerte. La oscuridad parcial es la enfermedad. Pero “la luz brilla en la tiniebla”. Jesús vino para que en el mundo haya vida. Y para que esa vida sea luminosa. Para que veamos lo que tenemos que hacer en cada situación, ante cada problema, para salir adelante de cualquier dificultad. Sólo tenemos que dejarnos enfocar por su “luz” para que nuestra oscuridad (malas obras, actitudes…) queden al descubierto. Si nos escondemos evitando ser proyectados por su luz quedaremos a oscuras (en la maldad y en el pecado) todo el resto de nuestra vida.
4. Hermanos y hermanas, ya sabemos que Jesús es la Palabra del Padre que habitó entre nosotros y al mismo tiempo la luz que disipa las tinieblas de nuestros errores, pecados y maldades. Ahora depende de nosotros el que esa palabra no se pierda y que su luz no se apague.
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