viernes, 27 de diciembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA. Ciclo A
LA SAGRADA FAMILIA, FRUTO DE LA NAVIDAD

Idea principales de las lecturas de este domingo
·         1ª Lectura: Eclesiástico 3,2-6.12-14: Los rasgos fundamentales de la familia. Ben Sirá nos ofrece sus sabias reflexiones sobre la piedad o los deberes de los hijos para con sus padres. El que honra a su padre expía sus pecados: el que honra a su madre, el Señor lo escucha. Quien no observa los preceptos filiales será juzgado ante Dios.
·         2ª Lectura: Colosenses 3,12-21. El catálogo de virtudes que debe practicar la familia. Pablo exhorta a los cristianos a vivir siempre "en el Señor', y señala .las actitudes fundamentales que deben ejercer entre sí los miembros de una familia Estas virtudes son válidas también para hoy y para todas las familias.
·         Evangelio: Mateo 2,13-15.19-23. La familia de Nazaret emigra y regresa. La Sagrada Familia de Nazaret está plenamente encarnada en la tragedia humana. Emigra a Egipto para salvar la vida del recién nacido. La infancia de Jesús consiste en revivir la historia de Israel: huida a Egipto y retorno a la patria. La Familia de Nazaret vuelve y se establece en Nazaret.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: La liturgia del domingo que sigue a la fiesta de la Natividad del Señor, nos presenta, todos los años, a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de la familia cristiana. Pero la familia cristiana, al estar compuesta por hombres y mujeres débiles y frágiles, no está exenta de imperfecciones, por eso debe estar siempre en alerta a todo lo que tiende a debilitar sus fundamentos y valores. La familia cristiana debe hacer una lectura atenta y critica del entorno social en el que está insertada si quiere ser fiel a la enseñanza del Evangelio de Jesucristo.
Vivimos en un mundo tan variable y cuesta mucho entender la permanencia. Nuestro mundo está marcado por cambios profundos y acelerados. Debido a la ciencia y a la técnica el mundo gira y corre a más velocidad. Todo se queda viejo enseguida, como las modas.
Estos cambios afectan, naturalmente, a la familia (cristiana). Los padres que quieren poner "orden" en sus familias son unos desfasados; los mejores padres son aquellos que toleran todos caprichos a sus hijos. Estos cambios afectan asimismo a los amores. ¿Cuánto dura el amor? ¿Lo que dura la pasión? La educación en valores humanos y el amor adulto favorecen la maduración de la familia y de los miembros que la componen. Y cuando faltan, aparece la inmadurez, la superficialidad, el hedonismo, la infidelidad, la incomprensión, la violencia de género. ..que son hoy día las actitudes que ponen en crisis a la familia.
Queridos hermanos y hermanas, la fiesta de la Sagrada Familia nos da la ocasión propicia para mirar a nuestras familias a la luz de la palabra de Dios. Hemos de tomar como modelo a la familia de Jesús, José y María por estar bendecida por Dios. Desde entonces la estructura familiar es una realidad bendecida por Dios desde el principio y redimida por Cristo en la plenitud. Hay un nacimiento ilusionante, un desarrollo constante, un crecimiento humano y espiritual. Así sucede en todas las familias. Toda vida familiar, con sus luces y sombras, con sus éxitos y fracasos, con sus alegrías y dolores, con sus sorpresas y rutinas, está bendecida por Dios y santificadas por Cristo. Por eso de algún modo podemos decir que todas las familias son sagradas. Las nuestras también son sagradas si dejamos a Dios influir en ellas.
"El futuro de la humanidad pasa a través de la familia”, afirma Benedicto XVI. "Reconocer y ayudar a la familia es uno de los mayores servicios que se pueden prestar hoy al bien común y al verdadero desarrollo de los hombres y de las sociedades”. Sin familia "todo se desmorona". Llevemos hoya los hombres y mujeres de nuestro mundo la buena noticia de que la familia nos enseña a vivir en amor y solidaridad. Es hogar donde se educa y se hace crecer, se reflexiona y se dialoga, padres e hijos se respetan y se aman mutuamente. Amén

miércoles, 25 de diciembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

NATIVIDAD DEL SEÑOR 2013
HOY HA NACIDO EL SALVADOR. EL QUE ES LA PALABRA HABITA ENTRE NOSOTROS.

Ideas principales de las lecturas de hoy:
  • 1ª lectura: Isaías 9, 1-3.5-6: El anuncio del profeta. Isaías recuerda la situación del pueblo de Dios en el exilio y habla del nacimiento de un niño que será luz, alegría y liberación. El profeta completa su cántico libertador diciendo que el niño poseerá las virtudes de los héroes de Israel, la sabiduría de Salomón y será portador de paz y justicia.
  • 2ª Lectura: Hebreos 1, 1-6: Dios habla por su Hijo. El niño recién nacido en Belén no habla y, sin embargo, es la Palabra que nos habla. Comienza un tiempo nuevo. Jesús, en brazos de María, es el que sostiene el universo y el que nos habla desde su silencio.
  • Evangelio: Juan 1, 1-18: El que es la Palabra es luz y vida. Dios nos habla por su Hijo y nos revela su misterio eterno. Cristo, el que es la Palabra viva, nos habla hoy y nos comunica su vida divina. La Palabra es la luz que ilumina y la vida que transforma. El que se acerca a la Luz es iluminado y no permanece en las tinieblas. El que se acerca a la vida es transformado y no permanece en la muerte.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Durante el Adviento hemos repetido constantemente en nuestras celebraciones: "Ven, Señor, Jesús", queriendo decir con ello que le deseamos y le necesitamos en nuestra vida.
Hoy se cumplen nuestros deseos. El Señor ha escuchado nuestras súplicas, y viene a nosotros, colmando hasta desbordar todas nuestras esperanzas. Dios nace hoy en el mundo, en la Iglesia, nace en la comunidad de los creyentes, nace en las familias, nace entre y en los pobres, nace en cada corazón. Dios nace aquí. Dios nace en ti y en mi.
Hoy los cristianos celebramos la fiesta de la Encarnación de Dios. La Encarnación quiere decir que Dios se hace hombre y habita entre nosotros. Esta es la gran verdad que celebramos en la fiesta de la Navidad, y esto la convierte en la fiesta del amor de Dios. Dios viene a nosotros porque ama y porque nos ama. "Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo Unigénito". Tanto amó, que se nos dio Dios, que nos dio lo más querido y lo mas valioso. Tanto amó, que se nos dio Él mismo.
Hermanas y hermanos: el nacimiento de Jesús, Hijo de Dios, es el principio de nuestra salvación. "Hoy os ha nacido un Salvador". Esta si es buena noticia. Ya todos nuestros males tienen solución. Ya nuestras oscuridades serán disipadas porque el Niño es Luz y Verdad. Ya nuestras cadenas (pecados) serán destruidas porque el Niño es la Libertad. Ya nuestras heridas serán curadas porque el Niño es nuestra Salud. Ya nuestras hambres serán saciadas porque el Niño es nuestro Pan. Ya nuestras guerras y nuestros odios serán extinguidos porque el Niño es nuestra Paz. Ya nuestras soledades serán acompañadas porque el Niño es Amistad-Amor. Ya nuestra muerte será vencida porque el Niño es la Vida. Se llama Jesús, que significa Dios Salva.
El niño que nos ha nacido no es un libertador cualquiera. Es el Ungido de Dios. Es portador del Espíritu divino que contagia la vida y libertad. Puede expulsar demonios, perdonar pecados, curar enfermos, consolar a los tristes y hasta resucitar muertos. El niño irradia una energía divina que enciende y transforma. Podrá renovarlo todo, hacer el mundo nuevo, establecer la justicia y el derecho, levantar hogueras de amor.
Es el Señor, el mismo Dios, que quiere manifestarse a nosotros en toda su fuerza y su belleza. Nos descubre su misterio, que son entrañas de amor. Y no viene sólo a revelarse, a hacernos una visita, sino a quedarse con nosotros y a ser como nosotros, por eso se llama también Emanuel. Ya Dios y el hombre se unen y se complementan.
La manera como viene ese Dios a nosotros llama la atención. Viene en forma de niño. Es una señal sencilla. Dios opta por lo pequeño, pero también por lo nuevo, por la esperanza. Viene envuelto en pañales y acostado en un pesebre, que simbolizan lo sencillo y lo pobre. Nace marginado, pidiendo un poco de ayuda. Vestido de tres piezas. Nos trae el mejor regalo, el vestido del amor, la humildad y la pobreza. Él mismo se hace Vestido para nosotros.
Para terminar, Navidad es el Sí de Dios al hombre, a mi mismo. Un sí que encierra estima, protección, colaboración y amor. Dios nos dice siempre sí. Hoy nos invita a que le digamos sí también y a los hermanos en todo momento. Amén.

CATEQUESIS DOMINICAL

DARÁ A LUZ UN HIJO

Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Isaías 7,10-14: La dinastía divídica está en peligro y el rey Acaz, en vez de implorar la ayuda de Dios, establece alianzas con los pueblos vecinos. EL profeta, en nombre de Dios, preanuncia un oráculo: una virgen concebirá. Con este anuncio, el profeta manifiesta que Dios está con su pueblo Israel.
- 2ª Lectura: Romanos 1,1-7. Pablo al inicio de su carta a los romanos sintetiza la teología cristiana y habla del misterio de Cristo. Todos, amados de Dios, entramos en el proyecto del Padre, que nos llama en Cristo a ser santos y a cumplir la misión de evangelizadores.
- Evangelio: Mateo 1,18-24. José, descendiente de David, incorpora legalmente a Jesús en la familia de David, según la promesa de Natán. El hombre debe colaborar al plan salvífico de Dios. José colabora aceptando el misterio y la voluntad de Dios.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Navidad está cerca y la liturgia de hoy nos invita a la contemplación. Contemplar no significa evadirse de la lógica del acontecimiento, sino asimilar profundamente su significado. José y María asimilan el significado del misterio, anunciado ya por el profeta.
Hoy es el “domingo del anuncio de dos nacimientos”. El profeta anuncia que una virgen está en cinta y el ángel abre el corazón de José. Todas las grandes historias bíblicas comienzan con la descripción del nacimiento del personaje, que preanuncia su misión.
Es también el domingo de la esperanza. La esperanza es una fuerza fundamental. Nada se hace en el mundo sin esperanza. Necesitamos la esperanza, como del oxígeno para respirar. La persona que se levanta por la mañana y no tiene nada que esperar durante el día, es una persona que está en grave peligro.
¿Qué nos ofrece la esperanza? La vida de las personas es un amasijo de esperanzas que se marchitan con el viento de la desilusión cuando les falta la raíz de la Esperanza teologal. La Esperanza teologal es el hilo, que baja de lo alto a nuestra vida y sostiene toda la trama de nuestras esperanzas. La esperanza renueva en nosotros los motivos y los contenidos que nos mueven a caminar continuamente hacia la meta divina. María es la mujer de la Esperanza y nos enseña a cultivar y defender la única Esperanza que da vida. AMÉN.

domingo, 15 de diciembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

III DOMINGO DEL ADVIENTO. Ciclo A
ALEGRAOS, LA LIBERACIÓN ESTÁ CERCA
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
  • 1ª Lectura: Isaías 35,1-6ª.10: ¿Isaías conoce el desánimo de su pueblo exiliado. No es un visionario eufórico; ha puesto su esperanza y confianza en el Dios de las promesas. El profeta escruta el horizonte de la historia según la mirada de Dios y descubre un nuevo amanecer para su pueblo y ve reverdecer el desierto. Experimenta la fuerza salvadora de Dios y describe la liberación y el regreso a Jerusalén con imágines alegres de la naturaleza y con signos divinos.
  • 2ª Lectura: Santiago 5,7-10. Santiago recurre a un ejemplo de la vida ordinaria para apoyar su exhortación. Invita a la paciencia del labrador, que espera el fruto de su trabajo. El labrador cuida la tierra con su trabajo, mira el cielo y espera la lluvia. Después de meses recoge el fruto. El apóstol exhorta a tener paciencia y a mantenerse firmes en la espera del Señor.
  • Evangelio: Mateo 11,2-11. Nuestra vida está rodeada de signos, y la mayoría de las veces desconocemos su significado. El Bautista está encarcelado y envía a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús si él es el Mesías o deben esperar a otro. Jesús responde con el lenguaje simbólico de los signos, que dan respuesta a la pregunta.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: El tercero Domingo del Adviento se le conoce tradicionalmente como “domingo de la alegría”. Esta alegría se fundamente en el inminente nacimiento de Jesús, nuestro salvador. Su nacimiento nos trae mucha alegría y gozo. La palabra de Dios de hoy nos presenta esa alegría en un lenguaje cargado de signos de liberación como el florecimiento del desierto, la estepa y el páramo; la curación de los ciegos, los sordos, los inválidos y los leprosos; la liberación de los esclavos; la vuelta a casa de los exiliados; y la resurrección de los muertos.
¿Quién no se alegra ver florecer el desierto? ¿Quién no se alegra de verse libre de la esclavitud? ¿Quién no se alegra de poder volver a casa después de un largo tiempo de ausencia? ¿Quién no se alegra de tener un cuerpo sano? ¿Quién no se alegra de volver a recobrar la vida? La felicidad es una de las grandes aspiraciones del ser humano. Deseamos y esperamos ser felices cada día de nuestra vida. Y no faltan momentos en nuestra vida en que, a fuerza de ir detrás de nuestra felicidad, acabamos angustiados por nuestra impaciencia. Esto nos pasa porque no somos los artífices de nuestra felicidad, sino Dios.
Hoy el apóstol Santiago, en la segunda lectura, nos exhorta a tener paciencia y a mantenernos firmes en la espera del Señor, porque él es nuestra felicidad. Es el que nos da la felicidad. Pero hace falta ver y sentir esa felicidad también en los signos del Reino que nos trae Jesús. Ese Reino de Dios ya está aquí y ahora entre nosotros. Tenemos que abrir los ojos de la fe para ver y percibir los signos y las presencias del Reino, del Mesías, de Jesús en la Iglesia de Dios y en nuestros ambientes. Estos signos y presencias aparecen hoy día en señales de servicio, de solidaridad, de obras de misericordia…
  • Hay comunidades que lo ponen todo en común y son felices porque se aman como hermanos. Gente que vive ya aquí la hermandad y, si uno se pone enfermo, todos están pendientes de él.
  • Tenemos una comunidad parroquial solidaria con los que sufren en nuestra sociedad (en estos momentos de la crisis económica), y en otras sociedades a las que ayudamos en momentos puntuales.
  • Hemos visto a gente de todas clases que hacen de su trabajo y de su vida un servicio y una entrega a los demás y son felices. Todos ellos han recibido y reciben un soplo del Espíritu y aprendieron y aprenden a vivir la vida nueva del amor.
Ejemplo de ello es Santa Ángela de la Cruz, cuya imagen bendecimos y acogemos hoy en la Parroquia de Cala. Ella recibió ese soplo del Espíritu y aprendió a vivir esa vida nueva del amor. Sus deseos de vivir sólo para Dios y para el servicio, en una consagración total de su persona en la vida religiosa, aumentaban todos los días de su vida. A pesar de su fracaso de no poder ser monja en el convento por su delicada salud, se dijo a sí misma: “seré monja en el mundo” e hizo los votos religiosos. Ella se propuso, no vivir siguiendo a Jesús con la cruz de su vida, sino vivir permanentemente clavada en ella junto a Jesús. De ahora en adelante se llamará Ángela de la Cruz, dejando el nombre de María de los Ángeles Guerrero González que le dieron sus padres al nacer en el 30 de enero de 1846 en Sevilla.
Ángela comienza a afirmarse en una idea que le ha venido con fuerza: “hay que hacerse pobre con los pobres”. Los pobres, para nuestra santa, eran todos los que padecían en el cuerpo y en el espíritu. Sintió una llamada especial por Dios para llevarles la liberación y la salvación con el ejemplo de su vida, preferentemente, la práctica del desprendimiento de las cosas terrenas, la humildad, la oración, el silencio y la limpieza del corazón. Su vida ejemplar y su caridad perduran hoy en la Iglesia de Cristo. AMÉN.

domingo, 8 de diciembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

LA INMACULADA CONCEPCION DE SANTA MARIA VIRGEN.
 
Ideas principales de las lecturas de esta solemnidad:
  • 1ª Lectura: Génesis 3,9-15.20. Promesa de redención. Los Padres de la Iglesia han establecido una clara relación simbólica entre Eva y María. La primera era la madre de la vieja humanidad surgida de la creación, perfecta en un principio y corrompida luego por el pecado; la segunda, María, es la madre de la nueva humanidad, renacida y recreada por la obra salvadora de Jesucristo, y es la madre sin pecado alguno.
  • 2ª Lectura: Romanos 15, 4-9. La comunidad cristiana sabe acoger. La coexistencia entre cristianos de origen judío y de origen pagano no siempre fue fácil en la comunidad primitiva. Pablo establece el principio fundamental de la mutua relación, y lo fundamenta en Cristo. Subraya la importancia de la Escritura en la vida cristiana e invita a la concordia. El cristiano está llamado a eliminar las barreras y las relaciones entre unos y otros. Los que se acogen mutuamente alaban al Señor hasta que él vuelva.
  • Evangelio: Lucas, 1, 26-38. María, la mujer llena de gracia. La casa de Nazaret encierra misterio y silencio contemplativo. María es la mujer llena de gracia. En ella no hubo ni mancha ni sombra alguna. El Espíritu Santo la llenó de su gracia desde el principio. La grandeza de María radica en su "si" generoso al Señor. María acoge y escucha, responde y acepta la voluntad divina. Ella se reconoce como esclava del Señor y se pone en mano de su Señor.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Celebramos hoy la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Es un día de intenso gozo espiritual, en el que contemplamos a la Virgen María, la más humilde y a la vez la más alta de todas las criaturas. En ella resplandece la eterna bondad del Creador que, en su plan de salvación, la escogió de antemano para ser la madre de su Hijo unigénito y, en previsión de la muerte de él, la preservó de toda clase de pecado.
Así, en la Madre de Cristo y Madre nuestra se realizó perfectamente la vocación de todo ser humano, sobre todo, de nosotros los bautizados. Como recuerda el apóstol, todos los hombres están llamados a ser santos e inmaculados ante Dios por el amor, Decir esto significa, por otro lado, que no somos inmaculados, es decir, tenemos la raíz del mal, la inclinación como una penosa herencia. Pero estamos llamados y elegidos en la persona de Cristo para ser santos e irreprochables ante Él por el amor. Estamos llamados a imitar a María, a imitar, no otra cosa, sino su valores humanos y espirituales. Ella fue la mujer sencilla que vivió a la sombra de la palabra, la mujer que esperó sin cansarse de esperar, la niña que supo decir si grande a Dios que cambió la historia de la humanidad.
Así que, queridos hermanos y hermanas, al mirar a la Virgen, se aviva en nosotros, sus hijos, la aspiración a la belleza, a la bondad y a la pureza del corazón. Su candor celestial nos atrae hacia Dios, ayudándonos a superar la tentación de una vida (espiritual) mediocre, hecha de componendas con el mal, para orientarnos con determinación hacia el auténtico bien, que es fuente de alegría.
Para coronar esta jornada, dedicada totalmente a la Virgen santísima, os invito a que nos unamos espiritualmente a todos los pueblos, ciudades y naciones que celebran la solemnidad de la Inmaculada Concepción como su fiesta patronal. Os pido que recéis hoy, de manera especial, por mi país: Guinea Ecuatorial, que celebra su fiesta patronal. Amen.

domingo, 1 de diciembre de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

I DOMINGO DEL ADVIENTO. Ciclo A
LAS ARMAS EN ESPERA DE LA SALVACIÓN
 
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
  • 1ª Lectura: Isaías 2,1-5: Isaías en un momento de crisis político-religiosa revela la actuación de Dios en la historia de Israel. Contempla también a Jerusalén como la ciudad de la verdadera sabiduría, de la justicia y de la paz. Allí las armas de guerra se convierten en instrumentos de paz. El profeta no espera la salvación proveniente de los hombres, sino únicamente de Dios. Los hambrientos de paz están llamados a ser constructores de la nueva Jerusalén. Invita al pueblo a caminar a la luz del Señor.
  • 2ª Lectura: Romanos 13,11-14. Pablo recuerda a los romanos el día en que comenzaron a creer. Les exhorta a vivir el momento presente en el que Dios salva y les amonesta a comportarse con dignidad según las obras de la luz.
  • Evangelio: Mateo 24,37-44. Llegará el tiempo en que el Hijo del hombre vendrá a juzgar al mundo y llevará a su plena realización la historia humana. Su venida es cierta, pero incierto el día. El Señor llegará de improviso, de sorpresa. Jesús recomienda a sus oyentes a estar preparados y vigilantes para que cuando llegue el Señor los encuentre vigilando.
 
Queridos hermanos y hermanas: Iniciemos un año litúrgico nuevo. ¿Qué nos espera en este año? Es una pregunta sin respuesta sensata. Hay muchas respuestas según los deseos del corazón y según las ideas de una fantasía soñadora. El Señor solo nos dice que permanezcamos vigilantes, pues el Señor vendrá y no se sabe ni el día ni la hora.
 
Quiere que permanezcamos en vela constantemente y tengamos en nuestras manos las armas de la paz y de la luz para que nos encuentre preparados. La salvación está cerca; está en medio de nosotros y a veces estamos ciegos y no la vemos ni la experimentamos.
 
Sólo el que vigila ve la salvación y sólo el que le abre la puerta de su corazón ve la luz. El tiempo pasa y pasa también el hombre. Alguien ha dicho que el hombre no es más que “un proyecto o diseño, creado sobre las olas del mar en la playa y la ola sucesiva los hace desaparecer”.
 
Ante la experiencia de que todo pasa, el Señor nos invita al inicio del año litúrgico hacer el bien para que los instrumentos de guerra se conviertan en armas de paz, y las tinieblas en luz.
 
Adviento es espera y vigilancia; es cambiar las armas de la guerra por las de la paz. ¿Qué nos pasará en este año? Velemos para que nos encuentre siempre con las lámparas encendidas en las manos. Amén.