CUERNO DE ÁFRICA: 1.000 SOMALÍES LLEGAN CADA DÍA A LOS CAMPOS DE REFUGIADOS EN LA FRONTERA CON KENIA
Cáritas. 23 de julio de 2011. Cada día llegan al campo de refugiados de Dadaab en Kenia 1.000 somalíes en busca de asistencia. Con el fin de atender a los millones de víctimas de esta hambruna y contener el éxodo masivo de somalíes y etíopes, Cáritas está coordinando la respuesta a la emergencia. En Somalia, un país donde la Iglesia y las organizaciones católicas encuentran graves dificultades para llevar a cabo su trabajo, el objetivo es, a través de las contrapartes locales, instalar 1.200 carpas y prestar asistencia a la población.
El obispo de Yibuti y presidente de Cáritas Somalia, Mons. Giorgio Bertín informaba, en una conversación telefónica mantenida ayer que “Caritas está apoyando desde hace tiempo acciones humanitarias de distribución de alimentos en Mogadiscio y en la provincia del Bajo Juba a través contrapartes locales”.
El campo de refugiados de Dadaab
Momina, a sus 22 años, ha cruzado la frontera desde Somalia al campo de refugiados de Dadaab, durante 20 días ha recorrido con sus dos hijos cientos de kilómetros, durmiendo a la intemperie y huyendo de las fieras y los bandidos que recorren los caminos en busca de presas fáciles. Al llegar Dadaab la situación es estremecedora, el campo se levantó para 100.000 refugiados y en este momento acoge a 370.000. La violencia sexual se ha incrementado dentro del campo y fuera procedente de las comunidades locales con la cuales la tensión ha ido en aumento. Algunos desplazados han cruzado la frontera con sus exhaustos ganados, obligando a la población local a compartir unos recursos que a todas luces son insuficientes para todos, agua, alimentos y el pasto para el ganado, esto ha llevado a un recrudecimiento de la violencia con el fin de desalentar o forzar el abandono del campo por miedo a la inseguridad.
Éxodo hacia Kenia
En una conversación mantenida con el obispo de Maralal (Kenia) Mons. Virgilio Pante, este resumía la situación en el país: “Desde hace dos años sufrimos una gran sequía, las consecuencias son tremendas: el ganado se está muriendo y es la única fuente de sustento para nuestras tribus seminómadas de los Samburu, Turkana y Pokot. Pero esto no es todo: la situación ha empeorado con el aumento del precio del petróleo y por consiguiente del precio de todos los alimentos básicos, como harina, alubias, arroz y maíz”. Kenya está soportando no solamente su difícil situación interna a causa de la prolongada sequía, sino también la llegada de miles y miles de desplazados procedentes de Somalia y de Etiopía.
“No tenemos dinero para comprar comida en Nairobi –añade Mons. Pante–, pero tenemos buenas carreteras, tenemos una buena red de distribución a través del personal de nuestras parroquias y comunidades locales, vuestra ayuda rápida salvaría muchas vidas que ahora están en peligro”.
En algunas zonas, como el Noreste de Turkana la malnutrición alcanza el 37,4% de la población. Cáritas África ha destinado ya 25.000 € “para apoyar a las víctimas de la sequía”, afirma su secretario general Jacques Dinan “los africanos tienen que manifestar su solidaridad entre ellos, dando de su pobreza”. Esta donación se suma a la campaña de solidaridad puesta en marcha por Cáritas África entre sus organizaciones “para que todos podamos contribuir de alguna manera al Fondo de Solidaridad entre sus miembros”
Cáritas Española, que apoya proyectos en la región desde hace varios años, se
mantiene en contacto permanente con las Cáritas locales, ha librado una primera partida de 100.000 euros y ha abierto una campaña de emergencia para canalizar la solidaridad de los donantes.
Campaña «CÁRITAS CON EL CUERNO DE ÁFRICA»
Cómo colaborar: Teléfono de donaciones: 902.33.99.99 o www.Caritas.es
SANTANDER: 0049 1892 64 2110541080 00491892642110541080
CAJA MADRID: 2038 1010 61 6000652981 20381010616000652981
POPULAR: 0075 0001 84 0607013040 00750001840607013040
LA CAIXA: 2100 2208 32 0200254778 21002208320200254778
CECA: 2000 0002 25 9100382405 20000002259100382405
SABADELL: 0081 0216 74 0001307138 00810216740001307138
CAM: 2090 5513 07 0200186956 20905513070200186956
BANCAJA: 2077 1277 17 3100146942 20771277173100146942
BANESTO: 0030 1001 33 0007648271 00301001330007648271
BBVA: 0182 2000 25 0201507559 01822000250201507559
Y en las cuentas de las Cáritas Diocesanas
Hola a tod@s: Recibid un saludo cordial y cariñoso a cuantos a través de este blog de la Parroquia "Santiago el Mayor" de Arroyomolinos de León, accedeis a esta página. La Parroquia quiere avanzar y crecer en ser comunidad cristiana que anuncia, forma, celebra y testimonia la fe. Siéntete invitado y llamado a asumir y compartir la misión evangelizadora de la que somos corresponsables. En nombre del Consejo Parroquial, de nuevo, un cordial saludo.
domingo, 31 de julio de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
XVIII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A
PAN QUE SACIA EL HAMBRE
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
1ª Lectura: Isaías 55, 1,3. El profeta Isaías invita a beber y a comer de balde. ¿Quién es el que nos da de beber y de comer?: el propio Dios que abre su mano y nos sacia de favores.
2ª Lectura: Romanos 8, 35.37-39. Nada, ni nadie podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Dios quiere estar con nosotros, quiere ser “nuestro alimento vital”.
Evangelio: Mateo 14, 13-21. Jesús sale al encuentro de la necesidad de las personas. Cinco panes y dos peces, cuando hay fe y buena disposición para compartir, son suficientes para colmar y calmar las aspiraciones y las carencias de aquellos/as que llaman a nuestra puerta.
El texto del evangelio de la multiplicación de los panes está cargado de simbolismo. Está en los cuatro evangelistas. El número de cinco panes y dos peces (5 + 2 = 7) significa la plenitud del don de Dios. Y las «doce canastas» de sobras están significando la superabundancia de los dones de Dios. El número 5.000 representa simbólicamente una gran muchedumbre. Los apóstoles, acomodando a las gentes, repartiendo el pan y recogiendo las sobras, hacen referencia a la Iglesia, dispensadora del pan de los pobres y del pan de la Palabra y la Eucaristía. Jesús une la palabra y el pan. La Iglesia, si quiere ser fiel a Cristo, ha de unir a la palabra el pan de la caridad. Si mi prójimo dice: «tengo hambre», es un hecho físico para el hermano y moral para mí. Basta que pongamos nuestros cinco panes y dos peces. Y estos cinco panes y dos peces pueden ser quizá mis muchas o pocas virtudes, mis logros, triunfos pero también mis caídas y fracasos. En definitiva, basta que nos abramos completamente a Jesús y le demos todo lo que tengamos, sea poco o mucho, de esto Él se encarga.
Los pastores de la Iglesia han de dar ese pan y ayudarnos a compartirlo. Deben ayudar a que llegue a todos, el pan material que acaba con el hambre del cuerpo, y el pan de la palabra y la Eucaristía, que sacia el hambre más existencial del hombre. La lacra del hambre es consecuencia de nuestro pecado, pues Dios ha puesto los bienes del mundo al servicio de todos, no de unos pocos. Nosotros podemos saciar el hambre, Jesús nos lo pide: "Dadles vosotros de comer". En este milagro de la multiplicación de los panes se ven como diseñadas las tareas pastorales de la Iglesia: predicar la palabra, repartir el pan eucarístico y servir el pan a los pobres. El gran milagro es “compartir” los dones que Dios nos ha dado.
Este relato evangélico tiene un significado profundamente eucarístico. Después de alimentarse del "pan de la Palabra", la multitud se alimenta del "pan de la Eucaristía". El hambre de verdad y plenitud sólo puede saciarla Dios. La Eucaristía más que una obligación es una necesidad. Aquí venimos a saciar nuestra hambre, a celebrar nuestra fe, a saciarnos de los favores de Dios. Seríamos necios si no aprovecháramos este alimento que nos regala. Vivamos con intensidad cada gesto, cada palabra de la Eucaristía con actitudes sinceras de agradecimiento, alabanza, perdón, petición de ayuda y ofrecimiento de nuestra vida. ¿Hay algo más maravilloso en nuestro mundo? Y no nos reservemos para nosotros la gracia recibida. Son doce los cestos sobrantes, somos nosotros ahora los discípulos de Jesús, invitemos a todos a saborear y a vivir el gran don de la presencia de Dios entre nosotros.
(José María Martín OSA, en www.betania.es)
domingo, 24 de julio de 2011
XVII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
JERARQUIZACIÓN DE VALORES
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: I Reyes 3,5.7-12: Salomón comprendió que escuchando y orando a Dios puede encontrar la verdadera sabiduría para gobernar a su pueblo. La sabiduría es un don divino que hemos de pedir porque él nos ayuda a discernir claramente entre lo que es bueno y malo, entre lo pasajero y permanente.
- 2ª Lectura: Romanos 8,28-30: Pablo anuncia con alegría cuál es el plan salvador de Dios. Comienza por llamarnos, nos hace justos y nos destina a la gloria.
- Evangelio: Mateo 13,44-52: Jesús continúa hablando a la gente sencilla en parábolas y revela los secretos del Reino. El evangelio de hoy contiene tres parábolas. Las tres insisten en el gran valor del Reino de Dios.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: En los domingos anteriores, Jesús al exponer sus parábolas se servía de imágenes de la vida agrícola. Hoy, repite el mismo concepto con una imagen que procede del mundo comercial. El tesoro escondido y la perla preciosa no son otra cosa que el mismo Jesús.
Vivimos en un mundo que promueve valores muy confusos, cuando no contrapuestos. Propone una forma de vida basada en lo cómodo y fácil donde la conciencia se adormece; por el otro lado, gastamos fuerzas en lo que es secundario y superfluo.
Lo importante para los católicos es descubrir los valores del espíritu y optar por ellos. La verdadera sabiduría, la que pidió el rey Salomón, nos orienta hacia los valores espirituales, los que permanecen y no son pasajeros. Estos valores constituyen el verdadero tesoro. Se vende todo para comprarlo. “Estimo más los preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y plata”, decía el salmo. Amén.
sábado, 16 de julio de 2011
XVI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
LA PACIENCIA
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Sabiduría 12,13.16-19: El sabio medita la historia con ojos nuevos, la recuerda en su mente y saca sus consecuencias para la vida. Mira atrás y descubre la paciencia de Dios que es el principio de la justicia y de la misericordia. Este mismo Dios se muestra, además, comprensivo, y perdona al pecador que se convierte. Dios que es divino enseña al hombre a ser humano.
- 2ª Lectura: Romanos 8,26.27: Pablo habla de la importancia e influencia del Espíritu Santo en la vida cristiana. El Espíritu ayuda a nuestra debilidad natural y nos enseña a rezar para saber pedir lo que nos conviene.
- Evangelio: Mateo 13,24-43: El evangelio de hoy propone tres parábolas muy breves: el grano de mostaza, la levadura y el grano de trigo. La paciencia de Dios permite que el reino de Dios crezca en medio del mal. Jesús, además, expone en otras dos parábolas dos parábolas lo que es el Reino de Dios.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: vivimos en un mundo en el que la presencia del bien y del mal es una realidad pero tenemos la posibilidad de transformar este mundo, al igual que la levadura fermenta la masa y la hace crecer.
A veces sembramos el bien y aparece el mal. ¿Por qué? Muchos padres cristianos (y defensores de grandes valores humanos) han procurado la mejor educación cristiana y humana a sus hijos y les han dado buenos ejemplos y, sin embargo, ha aparecido la cizaña en casa. ¿De dónde viene el mal, nos preguntamos?
Quizá estamos tentados, como los criados de la parábola, de arrancar el mal para extirpar la cizaña aún con el riesgo de arrancar la buena semilla. Nos gustaría que Dios lo hiciera así. Él, sin embargo, no actúa de esta manera sino al contrario; hace salir el sol y hace llover sobre buenos y malos.
El Señor quiere que seamos como él, y nosotros queremos él sea como nosotros: intransigente e intolerante con los “malos”. En vez de ser nosotros “imagen de Dios paciente”, pretendemos sutilmente que Dios sea imagen nuestra.
Cuando hablamos del trigo y la cizaña establecemos una dicotomía entre buenos y malos, situándonos nosotros en el grupo de los buenos. Los malos pensamos, siempre son los otros. Si pensamos así, no comprendemos las parábolas de este Domingo XVI del Tiempo Ordinario. Amén.
Para reflexionar
¡Salve!
Estrella de los Mares…
Este sábado, día 16, es la festividad de la Virgen del Carmen. Desde muy niño, me inculcaron la devoción a la Virgen del Carmen en casa, no obstante, siempre alguien de la familia ha llevado ese nombre. Por ello, cada año procuro despertar esta devoción infantil y familiar, mediante el ofrecimiento de una eucaristía en acción de gracias a la Virgen, mediante un momento de oración personal o con cualquier otro acto de piedad y devoción a María. Un momento culminante de esta devoción fue mi visita al Monte Carmelo en Israel, durante mi peregrinación a Tierra Santa. Este año quiero, aprovechando las nuevas tecnologías, compartir con todos vosotros esta devoción, para lo que os dejo extractos de un precioso texto de Jesús Martí Ballester sobre la historia de la advocación y sobre el Escapulario, publicado en la web de Betania, ilustrado con fotografías de mi visita al Monte Carmelo,
“El Carmelo, cuya hermosura ensalza la Biblia, ha sido siempre un monte sagrado. En el siglo IX antes de Cristo, Elías lo convirtió en el refugio de la fidelidad al Dios único y en el lugar de los encuentros entre el Señor y su pueblo (1R 18,39). En el Carmelo había de perpetuarse el espíritu y el recuerdo del Profeta «abrasado de celo por el Dios vivo». Durante las Cruzadas, los ermitaños cristianos se recogieron en las grutas de aquel monte emblemático, hasta que en el siglo XIII, formaron una familia religiosa, a la que el patriarca Alberto de Jerusalén dio una regla en 1209, confirmada por el Papa Honorio III en 1226.
Vista de la ciudad de Haifa desde el Monte Carmelo
Situado en la llanura de Galilea, cerca de Nazaret, donde vivía María «conservándolo todo en su corazón» y donde asomó la nubecilla, presagio de la prohibida y deseada lluvia, siempre prometedora de frutos y flores olorosas. Del Carmelo recibirá San Juan de la Cruz la inspiración para hacer de su Subida, el Monte de la Perfección Evangélica, Monte repleto de paz y dulzura, de santidad.
Cuando Palestina fue invadida por los sarracenos, aquellos eremitas que se establecieron en el monte Carmelo, tuvieron que abandonarlo. Cuenta la tradición que una tarde gozosa, mientras cantaban la Salve, se les apareció la Virgen y les prometió que sería su Estrella del Mar, por la analogía de la belleza del Monte Carmelo que se alza como una estrella junto al mar Mediterráneo, dando cumplimiento a la profecía de Zacarías: "Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos y se harán pueblo mío" (Zacarías 7,14).
La Orden se difundió por Europa, y la Estrella del Mar les acompañó en la propagación de la orden por el mundo. El pueblo les llamaba "Hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en su honor, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella a Cristo.
En el año 1246, Simón Stock, nombrado general de la Orden Carmelitana, comprendió que, sin una intervención de la Virgen, la Orden se extinguiría pronto. En esta situación de angustia, recurrió a María, a la que llamó "Flor del Carmelo" y "Estrella del Mar" y puso la Orden bajo su amparo, y le suplicó su protección para toda la comunidad. En respuesta a su oración, el 16 de julio de 1251 se le apareció la Virgen y le dio el escapulario para la Orden con la siguiente promesa: "Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera con el escapulario no sufrirá el fuego eterno".
Desde entonces, el escapulario del Carmen, es para los que lo llevan, su señal de predestinación y ha sido constituido por la Iglesia como sacramental y signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción, y que propicia la renuncia del pecado. Muchos Papas, santos como San Alfonso Ligorio, San Juan Bosco, San Claudio de la Colombiere, y San Pedro Poveda, tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y llevaban el escapulario. Juan Pablo II, lo llevaba, como Terciario Carmelita que ha profesado. Para el cristiano, el escapulario es una señal de su compromiso de vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo de la Virgen Santísima y el signo del amor y la protección maternal de María, que envuelve a sus devotos en su manto, como lo hizo con Jesús al nacer, como Madre que cobija a sus hijos. El escapulario es el signo de que pertenecemos a María como sus hijos, consagrados y entregados a ella, para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón.
Interior de la Iglesia Stella Maris. Monte Carmelo
En la última aparición de Fátima, octubre de 1917, día del milagro del sol, la Virgen vino vestida con el hábito carmelita y con el escapulario en la mano. En 1950 el Papa Pío XII, que recomendó frecuentemente el Escapulario, escribió "que el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos". Quien usa el escapulario debe ser consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos, palabras y obras. Dice Jesús: "Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera". (Mt 11:29). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar, pero que María nos ayuda a llevar. El escapulario es un signo de nuestra identidad como cristianos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación, lo que exige que seamos pobres, castos y obedientes por amor.
Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa.
Para concluir, en esta fiesta de la Virgen del Carmen de gran raigambre en todo el mundo y especialmente en el mundo hispánico, pidamos al Padre que nos haga llegar, gracias a la intercesión de la Virgen María hasta Cristo, «monte de salvación».
(Textos: Jesús Martí Ballester en www.betania.es. Imágenes: Aurelio)
sábado, 9 de julio de 2011
XV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A
LA LLUVIA DE DIOS
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Isaías 55,10-11: Los seres humanos nos comunicamos por medio de la palabra. Sin ella es difícil expresar los secretos y sentimientos del corazón. Dios se ha comunicado con el hombre por la Palabra. La palabra de Dios ha creado el mundo y ha salvado al hombre, porque es viva y dinámica, fecunda y eficaz. Se compara a la lluvia y a la nieve que fecundan la tierra. La palabra de Dios siempre es fiel, eficaz y fecunda.
- 2ª Lectura: Romanos 8,18-23: El Apóstol exhorta a no desesperarse a pesar que la situación actual no sea del todo buena. La visión cristiana del mundo es profundamente optimista a pesar de las fatigas, trabajos y sufrimientos del tiempo presente. El cristiano espera la gloria que Dios le tiene preparada.
- Evangelio: Mateo 13,1-23: Jesús habla de los “secretos del Reino”. La palabra de Dios se parece a la semilla sembrada en el corazón que fructifica según el terreno. La tierra es el corazón del oyente. Todos están llamados a preparar el surco, a conocer y poner en práctica las enseñanzas de Jesús.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: “Tienen boca y no hablan” (Salmo 113,5). Esta sátira a los “dioses mudos” subraya el contraste con el Dios vivo que habla a los hombres. Se revela no solamente en el lenguaje silencioso de la naturaleza y de los signos de la creación. Él habla con sus intervenciones históricas en su plan de salvación. Él habló por mediación de los profetas, que eran portadores de su palabra. Hablaba en sueños y visiones, y se revelaba en las inspiraciones personales o hablaba directamente como a Moisés. No es un Dios mudo o el Dios del silencio o el Dios que ha muerto.
Es el Dios que habla y su Palabra es don que reclama acogida y respuesta. No siempre la tierra está bien dispuesta, mullida y jugosa para recibir la semilla de la Palabra divina. Resuenan en nuestros oídos muchas voces que gritan la mercancía efímera y esclavizante e impiden la escucha de la voz suave y susurante del Señor.
El silencio capacita para acoger la Palabra. Dichosos los que escuchan la Palabra divina y la cumplen. La semilla crece lenta o cultamente. Ese es el Reino de Dios. La Palabra acogida, creída y anunciada es a la vez nueva semilla en el campo del Reino de Dios. Amén.
domingo, 3 de julio de 2011
XIV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
EN JESÚS ENCUENTRA DESCANSO EL CRISTIANO
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Zacarías 9,9-10: El Mesías viene sin poder y sin armas. Dicta la paz y la justicia.
- 2ª Lectura: Romanos 8,9.11-13: Los que siguen a Cristo son liberados del dominio de la carne y el Espíritu habita en ellos.
- Evangelio: Mateo 11,25-30; Dios Padre revela a los sencillos de corazón los secretos del Reino y Cristo, el Mesías libertador, se presenta como alivio y descanso en la fatiga.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: Después de la celebración de las fiestas de Pentecostés y la conmemoración de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, hoy, en este 14º Domingo del Tiempo Ordinario, venimos a dar las gracias al Padre, cosa aparentemente sencilla para unos pero difícil para otros. La acción de gracias al Padre es una de las actitudes que caracterizan a los cristianos. Veamos la reacción de los sabios y entendidos del evangelio de hoy, es decir, de los doctores y maestros de la ley de Dios frente al mensaje de Cristo. Para ellos, la doctrina de Jesús era una necedad y un escándalo, mas para los seguidores de Jesús era la “paz”.
Ser cristiano no es tarea fácil. Cristiano no es cualquiera. Una cosa que debemos tener clara es que desde que Jesús vino a la tierra, la religión es algo distinto de lo que había sido hasta entonces. La religión pasa de ser un conjunto de preceptos y ritos que se cumplen escrupulosamente para no irritar a los dioses, a ser una vida, (forma de vivir), un espíritu: el que nos da Jesús. San Pablo nos lo dice con esta frase: “Vosotros ya no estáis en la carne…” “La carne” se refiere, en el lenguaje de Pablo, al “hombre viejo”, esto es, la tendencia a la soberbia, al egoísmo, a la envidia. El cristiano es el hombre nuevo que tiene que vivir ya como un miembro de Cristo resucitado, habitado por el Espíritu que tira de él hacia arriba, hacia las cosas del cielo. Sólo es cristiano el que tiene el Espíritu de Cristo y cumple los mandamientos; el que hace lo contrario a esto, debería reflexionar bien su ser cristiano.
Hoy Jesús nos dice que el cristiano ha de ser como los “pequeños”. ¿Quiénes son los pequeños? Los que no son grandes y engreídos, los que no tienen mucho en que apoyarse y necesitan ayuda continua en Dios, no en los poderosos. Los pequeños son aquellos con los que Jesús se identifica en el Juicio Final. En una palabra son el pueblo fiel que tiene un corazón sencillo. Ser cristiano es ser como Jesús que depende del Padre. “Todo me lo ha dado mi Padre…”. Tras apoyar a los pequeños, Jesús se presenta como el más pequeño. Todo se lo ha dado el Padre, su Padre, porque Él se proclama como el Hijo que todo lo ha recibido del Padre y es el único que nos lo puede dar a conocer. El conocimiento de Dios es el que nos salva. Jesús es nuestro único salvador, que hace camino para llevarnos al Padre. El cristiano tiene que buscar el descanso en Jesús. Jesús es nuestro descanso. Antiguamente había una sana costumbre de hacer todas las tardes un cuarto de hora de visita al sagrario. Son muy pocos los que mantienen esa costumbre. Al Templo no hemos de ir solo cuando es domingo, la hora de la misa; hay que ir también para descansar y aprender de Jesús desde el silencio. Hoy, Jesús nos invita a vivir una vida descansada en Él. Él es el camino que nos lleva al Padre. Vamos a seguirlo. Amén.
sábado, 2 de julio de 2011
Actividades Diocesanas
ENCUENTRO DE GRUPOS DE LECTURA CREYENTE DE LA PALABRA.
El pasado sábado, 25 de Junio, tuvo lugar en el incomparable marco del Convento de Santa Clara en Moguer, la reunión anual de los Grupos de Lectura Creyente de la Palabra de toda la Diócesis de Huelva. Mas de 375 personas, monitores, responsables y participantes, con la presencia del Sr. Obispo de Huelva D. José Vilaplana,compartieron sus experiencias durante el curso que ahora finaliza.
El encuentro comenzó con una oración, seguida de una charla del Sr. Obispo, que resaltó la gracia que para la Diócesis está suponiendo esta iniciativa y animó a todos a seguir adelante y, lo más importante, trabajar para que nuevos grupos inicien este camino y puedan descubrir la Buena Noticia del Evangelio; finalizó la charla anunciando que para el próximo curso los grupos trabajarán sobre el Evangelio de San Juan. Tras la charla, hubo un trabajo en grupos (Evangelio de Marcos, Hechos de los Apóstoles y Cartas de San Pablo) según se había trabajado durante el curso. Después de la puesta en común, la jornada finalizó con una visita guiada a los tres puntos más destacados del Convento de Santa Clara: Coro, Iglesia y exposición permanente del legado de la pintora María Teresa Peña.
Fue una jornada fructífera para todos, que ha dejado constancia de la gracia y el don que esta iniciativa, promovida por el Sr. obispo hace ya tres años, está suponiendo para nuestra Diócesis.
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