Hola a tod@s: Recibid un saludo cordial y cariñoso a cuantos a través de este blog de la Parroquia "Santiago el Mayor" de Arroyomolinos de León, accedeis a esta página. La Parroquia quiere avanzar y crecer en ser comunidad cristiana que anuncia, forma, celebra y testimonia la fe. Siéntete invitado y llamado a asumir y compartir la misión evangelizadora de la que somos corresponsables. En nombre del Consejo Parroquial, de nuevo, un cordial saludo.
sábado, 16 de julio de 2011
XVI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
LA PACIENCIA
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Sabiduría 12,13.16-19: El sabio medita la historia con ojos nuevos, la recuerda en su mente y saca sus consecuencias para la vida. Mira atrás y descubre la paciencia de Dios que es el principio de la justicia y de la misericordia. Este mismo Dios se muestra, además, comprensivo, y perdona al pecador que se convierte. Dios que es divino enseña al hombre a ser humano.
- 2ª Lectura: Romanos 8,26.27: Pablo habla de la importancia e influencia del Espíritu Santo en la vida cristiana. El Espíritu ayuda a nuestra debilidad natural y nos enseña a rezar para saber pedir lo que nos conviene.
- Evangelio: Mateo 13,24-43: El evangelio de hoy propone tres parábolas muy breves: el grano de mostaza, la levadura y el grano de trigo. La paciencia de Dios permite que el reino de Dios crezca en medio del mal. Jesús, además, expone en otras dos parábolas dos parábolas lo que es el Reino de Dios.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: vivimos en un mundo en el que la presencia del bien y del mal es una realidad pero tenemos la posibilidad de transformar este mundo, al igual que la levadura fermenta la masa y la hace crecer.
A veces sembramos el bien y aparece el mal. ¿Por qué? Muchos padres cristianos (y defensores de grandes valores humanos) han procurado la mejor educación cristiana y humana a sus hijos y les han dado buenos ejemplos y, sin embargo, ha aparecido la cizaña en casa. ¿De dónde viene el mal, nos preguntamos?
Quizá estamos tentados, como los criados de la parábola, de arrancar el mal para extirpar la cizaña aún con el riesgo de arrancar la buena semilla. Nos gustaría que Dios lo hiciera así. Él, sin embargo, no actúa de esta manera sino al contrario; hace salir el sol y hace llover sobre buenos y malos.
El Señor quiere que seamos como él, y nosotros queremos él sea como nosotros: intransigente e intolerante con los “malos”. En vez de ser nosotros “imagen de Dios paciente”, pretendemos sutilmente que Dios sea imagen nuestra.
Cuando hablamos del trigo y la cizaña establecemos una dicotomía entre buenos y malos, situándonos nosotros en el grupo de los buenos. Los malos pensamos, siempre son los otros. Si pensamos así, no comprendemos las parábolas de este Domingo XVI del Tiempo Ordinario. Amén.
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