Hola a tod@s: Recibid un saludo cordial y cariñoso a cuantos a través de este blog de la Parroquia "Santiago el Mayor" de Arroyomolinos de León, accedeis a esta página. La Parroquia quiere avanzar y crecer en ser comunidad cristiana que anuncia, forma, celebra y testimonia la fe. Siéntete invitado y llamado a asumir y compartir la misión evangelizadora de la que somos corresponsables. En nombre del Consejo Parroquial, de nuevo, un cordial saludo.
sábado, 9 de julio de 2011
XV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A
LA LLUVIA DE DIOS
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
- 1ª Lectura: Isaías 55,10-11: Los seres humanos nos comunicamos por medio de la palabra. Sin ella es difícil expresar los secretos y sentimientos del corazón. Dios se ha comunicado con el hombre por la Palabra. La palabra de Dios ha creado el mundo y ha salvado al hombre, porque es viva y dinámica, fecunda y eficaz. Se compara a la lluvia y a la nieve que fecundan la tierra. La palabra de Dios siempre es fiel, eficaz y fecunda.
- 2ª Lectura: Romanos 8,18-23: El Apóstol exhorta a no desesperarse a pesar que la situación actual no sea del todo buena. La visión cristiana del mundo es profundamente optimista a pesar de las fatigas, trabajos y sufrimientos del tiempo presente. El cristiano espera la gloria que Dios le tiene preparada.
- Evangelio: Mateo 13,1-23: Jesús habla de los “secretos del Reino”. La palabra de Dios se parece a la semilla sembrada en el corazón que fructifica según el terreno. La tierra es el corazón del oyente. Todos están llamados a preparar el surco, a conocer y poner en práctica las enseñanzas de Jesús.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo: “Tienen boca y no hablan” (Salmo 113,5). Esta sátira a los “dioses mudos” subraya el contraste con el Dios vivo que habla a los hombres. Se revela no solamente en el lenguaje silencioso de la naturaleza y de los signos de la creación. Él habla con sus intervenciones históricas en su plan de salvación. Él habló por mediación de los profetas, que eran portadores de su palabra. Hablaba en sueños y visiones, y se revelaba en las inspiraciones personales o hablaba directamente como a Moisés. No es un Dios mudo o el Dios del silencio o el Dios que ha muerto.
Es el Dios que habla y su Palabra es don que reclama acogida y respuesta. No siempre la tierra está bien dispuesta, mullida y jugosa para recibir la semilla de la Palabra divina. Resuenan en nuestros oídos muchas voces que gritan la mercancía efímera y esclavizante e impiden la escucha de la voz suave y susurante del Señor.
El silencio capacita para acoger la Palabra. Dichosos los que escuchan la Palabra divina y la cumplen. La semilla crece lenta o cultamente. Ese es el Reino de Dios. La Palabra acogida, creída y anunciada es a la vez nueva semilla en el campo del Reino de Dios. Amén.
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