martes, 18 de mayo de 2010

Oraciones


Señora Nuestra

y Madre de todos los hombres y mujeres,

aquí estoy, como un hijo

que viene a visitar a su Madre

y lo hace en compañía

de una multitud de hermanos y hermanas.

Como sucesor de Pedro,

a quien se le ha confiado la misión

de presidir al servicio

de la caridad en la Iglesia de Cristo

y de confirmar a todos en la fe

y en la esperanza,

quiero presentar a tu

Corazón inmaculado

las alegrías y las esperanzas

además de los problemas y los sufrimientos

de cada uno de estos hijos e hijas tuyos

que se encuentran en la Cova de Iría

o que nos acompañan desde lejos.

Madre amabilísima,

tu conoces a cada uno por su nombre,

con su rostro y su historia,

y quieres a todos

con la benevolencia materna

que brota del corazón mismo de Dios Amor.

A todos te los confío y consagro.

María Santísima,

Madre de Dios y Madre nuestra.

(Extracto de la oración que pronunció Benedicto XVI, durante su visita a la Capilla de las Apariciones del Santuario de Nuestra Señora de Fátima. Traducción del original portugués por Inma Álvarez © Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana)

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