sábado, 30 de marzo de 2013

CATEQUESIS DOMINICAL

TRIDUO PASCUAL

VIERNES SANTO. Ciclo C.
EL MISTERIO SALVÍFICO DE LA CRUZ
Ideas principales de las lecturas de este domingo:
-          1ª Lectura: Isaías 52,13-53, 12: El siervo de Dios. La figura del siervo, en su sentido colectivo se refiere a Israel; de una manera más personalizada al profeta. Su pleno sentido y su cumplimiento lo encontramos en Jesús. Él es el varón de dolores. Su muerte fue el camino de su exaltación y causa de nuestra salvación.
-          2ª Lectura: Hebreos 4,14-16; 5,7-9: La obediencia y la ofrenda de Jesús. Jesús, mediador entre el Padre y la humanidad, intercede por nosotros. Él ha conocido nuestra debilidad y ha saboreado nuestras lágrimas y dolores. Su obediencia y su ofrenda son causa de salvación. Configurarse con Él es alcanzar misericordia y gracia.
-          Evangelio: Juan 18,1-19, 42: Narración de la Pasión de Jesús. Juan presenta a Jesús en su pasión como el Siervo de Dios, humilde, paciente, misericordioso, que no abría la boca sino para decir palabras de perdón y confianza.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: la pasión de Cristo es una historia intensa, dramática, y es una historia viva, que no pasa. Es siempre actual. Es una historia humana y divina, en la que se entrecruzan los sentimientos más horrendos y las actitudes más llamativas. Es una historia que da paso a una nueva historia. Es una historia de mucho sufrimiento, pero de mucho sentimiento, y con un final feliz. En esta conmovedora historia de la pasión de Jesús podemos resaltar varias historias que nos interpelan a cada uno de nosotros. Ante todo, la Pasión de Cristo es una HISTORIA DEL PECADO. Resume todo el pecado de los hombres y mujeres. Podemos ir analizando las mezquindades de cada uno de los personajes que protagonizan esta historia, y de los variados colectivos que intervienen. Descubriremos cobardías, traiciones, injusticias, crueldades, ambiciones, mentiras, codicias, cegueras, alienaciones. Pero no sólo serán los pecados de ciertas personas o grupos o pueblos, sino el pecado de todo el mundo, que está pesando sobre Cristo y que está crucificando a Cristo. La Pasión es también una HISTORIA DE DOLOR. Es lo que más se manifiesta y más nos conmueve. La cruz es un tormento inhumano, un resumen de sufrimientos espantosos. Hasta dónde llega la crueldad de los verdugos y la destrucción de las víctimas. Las circunstancias que rodean todo el proceso lo hacen más doloroso. Y está Getsemaní o el sufrimiento del alma. Es también un abismo que no llegamos a comprender. Y no pensamos sólo en los sufrimientos de Cristo, sino en todo el sufrimiento del mundo, que él quiso asumir, desde la sangre del justo Abel hasta la de la última víctima asesinada por el terrorismo, el hambre, la guerra, la pena capital, el aborto, etc. La Pasión de Cristo es también una HISTORIA DE ESPERANZA. Todo sufrimiento humano queda redimido desde que Cristo lo asume. La cruz deja de ser un lugar maldito desde que Cristo murió en ella. Ya todas las situaciones oscuras quedan iluminadas, desde que Cristo pasó por ellas, y todas las des-gracias quedan agraciadas y con-graciadas. Cristo no sólo consuela y da fuerza al que sufre, sino que cambia el sentido del sufrimiento. En todos los misterios dolorosos hay ya una semilla de esperanza. Y, por último, la Pasión de Cristo es una HISTORIA DE AMOR. El evangelio de ayer nos recordaba que “Cristo amó a los suyos hasta el extremo”, hasta dejarse partir, hasta dejarse comer, hasta arriesgar su vida por ellos, hasta entregar la vida por ellos, para que vivan, para que tengan vida en abundancia. El amor es el secreto de toda la historia, el que ilumina las palabras, los silencios, los hechos. Y será precisamente la fuerza de este amor la que consiga la victoria sobre todas las fuerzas del mal desencadenadas en esta historia. El amor aguanto todo y es más fuerte todo el pecado, y absorbe todo tipo de sufrimiento. Amén.

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